Hoy hemos tenido una nueva charla, esta vez hemos tenido la oportunidad de escuchar la experiencia de una de las creadoras de la escuela infantil LOREKA. Esta escuela infantil está ubicada en una zona empresarial de Donostia, exactamente en Igara.
En 2004 empezaron a ofrecer servicios dirigidos a los niños, servicios asistenciales, colonias etc. Y al cabo de un año abrieron la escuela infantil ofreciendo un servicio para niños entre 0-3 años, no solo asistencial, sino también educativo y de calidad.
Debido a esto, decidieron reducir los ratios que el Gobierno Vasco exigía (por ejemplo, en la clase de 0-1 un profesor por cada cinco niños) y de este modo poder dar más atención a cada niño, trabajar el aspecto emocional y dar un programa educativo de calidad que tiene como protagonista al niño.
Más adelante, en 2007 gracias a una subvención del Gobierno Vasco decidieron incorporar una pizarra digital que estaría situada en un aula aparte de la habitual. En un principio, se sintieron un poco perdidos, como nos ha explicado, su situación era: “¿tenemos una pizarra digital y ahora qué?”En 2004 empezaron a ofrecer servicios dirigidos a los niños, servicios asistenciales, colonias etc. Y al cabo de un año abrieron la escuela infantil ofreciendo un servicio para niños entre 0-3 años, no solo asistencial, sino también educativo y de calidad.
Debido a esto, decidieron reducir los ratios que el Gobierno Vasco exigía (por ejemplo, en la clase de 0-1 un profesor por cada cinco niños) y de este modo poder dar más atención a cada niño, trabajar el aspecto emocional y dar un programa educativo de calidad que tiene como protagonista al niño.
Y es que no se encontraron con muchos recursos educativos para hacer con la pizarra digital en esta etapa (0-3). Al principio la pizarra les permitía, por ejemplo, pintar y eso ya era alucinante para los niños porque no necesitaban mancharse las manos para ello. De hecho, muchos niños cuando se ponían a pintar siempre se miraban la mano porque estaban acostumbrados a tenerlas sucias de pintura. Según nos ha comentado, era muy bonito ver sus reacciones.
Como querían llegar más allá y darle más utilidad a ello, al verse sin recursos decidieron crearlos ellos mismos. Para ello y con la colaboración de un equipo informático diseñaron un programa con aplicaciones para los niños, con puzzles, cuentos, juegos para trabajar las formas geométricas..
De momento, aunque ha subrayado que la pizarra no es un sustituto sino un complemento de los materiales con los que trabajan, lo utilizan en el día a día en su haur eskola, pero no descartan comercializarlo.
Desde nuestro punto de vista, está bien la iniciativa que han tenido en esta haur eskola, ya que se ve que están involucrados con su trabajo y valoramos muy positivamente eso. Para la edad que tenían los niños no se nos ocurre nada que mejore su propuesta, porque aunque nos han gustado más otros proyectos como la de Zubieta, nos parece que es imposible llevarlo a cabo en estas edades.
Nos ha parecido muy importante también que hayan hecho hincapié en el hecho de que éstas son tan sólo complementos y que se pueden utilizar igualmente otros materiales para aprender lo que aprenden mediante la pizarra digital. A veces, incluso ha aceptado que el hecho de que prueben materiales como la madera, el plástico… es más importante. Estamos totalmente de acuerdo con ello, esperamos que no se les olvide en ningún momento esta idea.
En cuanto a utilizar estas nuevas tecnologías en tan temprana edad, creemos que si hasta ahora hemos dicho que vemos necesario la desconexión de las mismas incluso en adultos, sería contradictorio defender la posición de esta escuela infantil, puesto que le dan la misma importancia a trabajar con los niños las TIC que, por ejemplo, a la psicomotricidad.
Por ello, nos parece bien su ambición por innovar pero no utilizaríamos tan frecuentemente estas en nuestra escuela.
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